Afinar el Oboe
Cuando empecé a tocar el oboe con otras personas en
agrupaciones instrumentales, me enseñaron que para ajustar la afinación de mi
instrumento, debía sacar o meter la caña para variar la altura del sonido. Es
la práctica que realizan otros instrumentos de viento, como flautas, clarinetes
o saxofones entre otros.
Con el tiempo y durante mi aprendizaje con distintos
profesores, he visto que en determinados sitios o ambientes, esta idea de
variar el nivel de introducción de la caña en el instrumento es algo habitual.
Aunque yo he dejado de estar de acuerdo con su conveniencia.
Lo que os voy a contar a continuación es lo que yo hago y a
la conclusión que he llegado a lo largo de los años. No quiero decir que esta
sea la verdad absoluta ni que las demás técnicas sean incorrectas, simplemente,
que esta es la mejor opción para mí.
SI observamos el orificio del oboe en el que se introduce la
caña, comprobaremos que en su interior hay una pieza metálica plateada que hace
las veces de tope para el tudel. Es decir, que el tudel y esta pieza metálica construyen,
cuando la caña está introducida por completo, un “todo”, un camino sin huecos
que conduce el aire de nuestros pulmones al interior del instrumento, formando
la columna que producirá el sonido.
Si la caña no queda totalmente apoyada en esta pieza
metálica, formamos un hueco donde se crea una bolsa de aire que produce
irregularidades en la columna de aire. Y esto es un poco contradictorio, si
tenemos en cuenta que toda la posición de nuestra garganta y nuestra boca están
pensadas para producir una columna de aire lo más proyectada y estable posible.
Según estudios de acústica y según mi propia
experiencia, el desvío de la columna de aire que se produce al dejar hueco
entre el tudel de la caña y la pieza metálica, provoca distintos problemas:
·
Aumentan los problemas de condensación de
humedad en las llaves de octava.
·
Hay oscilaciones en la estabilidad del sonido.
·
Se pierde la igualdad entre registros.
·
La afinación se resiente en algunas notas.
·
El tudel se humedece más de la cuenta y el
corcho se estropea antes.
Es por ello que yo enseño a mis alumnos a NO mover la caña
de su sitio y buscar otra forma de afinar.
AFINAR SIN MOVER LA CAÑA.
A pesar de lo que se suele decir, el oboe es un instrumento
bastante flexible, que permite una afinación rápida y segura mediante la
embocadura. Con un poco de presión y
mediante los músculos internos de la boca, la posición de la lengua etc,
podemos subir y bajar la afinación. Con práctica, conseguiremos un rango de un
tono completo hacia arriba y hacia abajo.
Veamos como:
1.
Subir la afinación mediante la embocadura y la
presión:
Desde la posición de una embocadura natural, lo que haremos
para subir la afinación es :
·
Subir y adelantar progresivamente la lengua como
cuando silbamos y queremos buscar sonidos agudos.
·
Acercar ligeramente las muelas entre sí,
cerrando un poco el conducto.
·
Aumentar ligeramente la presión de aire.
·
Volver la embocadura un poco más firme, sin
morder la caña.
·
Introducir un poco más de caña en los labios.
Veamos un ejemplo práctico realizado con la caña sin
oboe. Este ejercicio es muy bueno para
practicar:
2.
Bajar la afinación mediante la embocadura y la
presión:
Basicamente, hay que hacer lo contrario a lo que hicimos
para subirla:
·
Bajar la lengua y la garganta.
·
Subir el velo del paladar.
·
Abrir la distancia entre las muelas.
·
Aflojar y dar espacio en la embocadura.
·
Introducir menos caña en la boca.
Veamos el vídeo práctico:
Como veis, con nuestro propio cuerpo y con técnica, podemos
modificar la afinación del instrumento de manera que no hay que sacar o meter
la caña en el instrumento. Así, si la afinación varía durante el concierto,
debido a la temperatura del auditorio o a otros factores, siempre podremos
conseguir adecuar la afinación de manera rápida y segura.
Ni que decir tiene que esta técnica requiere de práctica, ya
que mientras más practiquemos más flexibles seremos y más rango de afinación
tendremos.
A continuación propongo varios ejercicios para desarrollar
esta capacidad. Son ejercicios que podéis realizar antes de empezar a estudiar,
a modo de calentamiento, solo con la caña y sin oboe.
Ejercicio 1: Se trata de combinar subida y bajada, concluyendo con una bajada de una quinta para aumentar la flexibilidad. AL principio es normal que no consigáis bajar del todo. Pero con práctica se llega.
Ejercicio 2: Consiste en repetir los sonidos del ejercicio anterior pero sin sujetar la caña con las manos. Esto aumenta el control sobre la embocadura y ayuda a no morderla.
Ejercicio 3: Consiste en subir y bajar más rápido que antes intentando que los intervalos sean siempre iguales y estables.
Ejercicio 4: Haremos los mismos sonidos del ejercicio anterior, pero en stacatto.
Espero que este artículo os haya resultado útil. Hasta la
próxima.
Hola.. antes que nada gracias por tus concejos y por tu tiempo... veras toco oboe desde hace unos 9 años pero la mayor parte de mi formación fue empírica... ahora que estoy estudiando mi carrera me es muy difícil corregir la parte técnica... mi mayor problema en este momento es que no tengo resistencia en el diafragma.. intento hacer ejercicios de respiración y de activación del musculo pero me cuesta asimilar el "apoyo"... anteriormente lo que yo hacia para las notas agudas era morder la caña y ahora que me exigen el apoyo no puedo quitarme esa costumbre.... que ejercicios puedo hacer para corregir la embocadura y fortalecer el diafragma??.... gracias.
ResponderEliminarAtt. Aidè
Perfecto profesora saludos y gracias por su tiempo, trabajo y dedicación por enseñar,. se le agradece, millones de gracias y bendicones ...
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